viernes, 9 de mayo de 2014

Os presento mi blog...y a su autor.

Os presento mi primer blog y os cuento algo de mi biografía. Como en muchos otros casos, mis primeros experimentos de química fueron simples travesuras infantiles, no muy alejadas, por cierto, de la pirotecnia y del cuidado (¿?) de las plantas. Aún recuerdo el exterminio de las que había en las macetas de mi casa tras un generoso abonado con sal común (a fin de cuentas se parecía bastante a muchos fertilizantes), seguido por una todavía más generosa reprimenda de mi abuela. Una de primeras hazañas fue construir un generador de hidrógeno que sirviera como mechero, y sirvió, ya lo creo... pero dejando una visible huella en el techo de mi casa. Alguien dijo en aquel momento que nunca más iba a hacer experimentos de química y, mira por donde, casi 50 años después sigo viviendo dignamente de ellos.

Aún recuerdo mis andanzas con amiguetes igual de entusiastas (hoy seríamos "frikis") por una popular droguería valenciana, hoy desaparecida, en la que -para desquicio del dependiente- íbamos comprando de pesetica en pesetica los nitratos y sulfatos más estrafalarios, que casualmente estaban en lo más recóndito del último estante de la tienda.

Y mientras tanto… aprendiendo la asignatura, no os vayáis a pensar que solo me gustaba incordiar. La tabla periódica de memoria, los moles, el benceno (¿cómo no?..) Y aquí tengo que mencionar a un personaje clave, que tuvo la culpa de que acabara siendo químico. Mi buen amigo y profesor Ramón Alós, que en mis años en Escolapios de Carniceros me enseñó, no solo Física y Química, sino algo mucho más interesante: que en la vida las preguntas son más importantes que las respuestas.

El tener acceso libre, una tarde tras otra, al laboratorio de química del colegio y alguna que otra experiencia más, como ir a trabajar gratis a una industria agroalimentaria durante todo un verano, fueron impulsos decisivos para ir a parar al viejo edificio de la Facultad de Ciencias de Valencia, con su cátedra de "silicatos" y el famoso "submarino" del sótano, dónde realizábamos las prácticas de Química Técnica entre infinidad de tuberías cuyas conexiones de goma, siempre a punto de reventar, aportaban cierta emoción al tedio propio de la tarea.

Bien, pues ya estoy en el Agroquímico con mi tesina sobre fertilizantes de aporte controlado de nitrógeno y en la ETSIA, comenzando mi Tesis con el inolvidable, por motivos tanto profesionales como humanos, D. Eduardo Primo.  Desde la perspectiva que proporcionan los años, creo que fue quién más me enseñó, pese a que, ni fue profesor mío, ni nuestra relación fue muy prolongada. Pero, en su entorno, con los ojos y oídos bien abiertos, el rigor y la responsabilidad se aprendían sin esfuerzo.

Un inesperado aprobado en las oposiciones a profesor de instituto dejó inconclusa la Tesis al tomar posesión de mi plaza en Cieza (Murcia); después Gandía...y aquí se empieza a liar de nuevo, ya que emprendo mi nueva y definitiva Tesis Doctoral sobre el aprendizaje de los conceptos más básicos de química y su relación con el lenguaje, dirigida por mi querido amigo y compañero Rafael Llopis, (con quién después he tenido la suerte de compartir docencia en la antigua EUITA).  Con esa Tesis creo que aprendí mucho, entre otras cosas, a tener muy claro que explorar nuevas ideas y abrir camino a otros es a veces más importante que la meritocracia en provecho propio. También me permitió viajar y conocer gente muy maja. Después el trabajo en el Centro de Profesores de Gandía y los libros de texto ¡Entre ellos los primeros de Física y Química en valenciano! Aunque no es todavía momento de contar batallitas (ya lo haré, ya...si compartimos la paciencia de mantener este blog)  no puedo dejar de citar mis andanzas por los colegios de La Safor y La Marina, con un "basquet" de naranjas lleno de chismes de laboratorio, reactivos y objetos mil para llevar un poco de química "real" a niños y maestros con una ilusión infinita a la que intentaba modestamente responder. Y era una fiesta...Desde las criaturas de Primaria, casi "cagonets", hasta los de octavo de EGB, todos allí revueltos viendo como los pigmentos de las plantas subían por una tira de papel...

Bien, ya vale de biografía. Os contaré más cosas en otro momento, (por ejemplo, lo de los cursos sobre con el museo Príncipe Felipe, etc., etc.), pero ahora toca ya hablar del blog. ¿Por qué lo in icio? Pues principalmente porque quiero compartir una inquietud y ¿por qué no? una rebeldía frente a la química que se enseña hoy en día en colegios e institutos. Y como no soy persona de ir quejándome por pasillos y despachos, quiero ofreceros una alternativa, que no una receta (ni creo en ellas ni soy quién para ofrecerlas).

Vale, que por fin lo digo ya! Experimentos químicos con "sustancia", ¿Qué quiere decir eso? Pues en la próxima entrada os lo cuento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario